jueves, 19 de julio de 2007

MERIENDA, PREGUNTAS Y RESPUESTAS...

Desde esa primera vez que caminamos juntos, continuamos haciéndolo casi cada día de nuestras vidas, hasta hoy. Una de las cosas que te había prometido era que estaría a tu lado todos los días de tu vida. Es verdad que a veces por las ocupaciones diarias, los horarios laborales, el estudio, los compromisos familiares ó las amistades; llenan nuestras agendas diarias, ocupan todo el tiempo. Pero de una forma u otra buscamos la manera de encontrarnos, de vernos, de escucharnos o de leernos cada día.


Te sorprendió la idea de conocer a tu familia, o de integrarme.
Desde el momento que mire tus ojos y te dije lo que sentía, mi corazón sentía la necesidad de estar junto a ti en toda tu vida. Para muchos el conocer a la familia de la persona amada puede representar una responsabilidad, pero yo no tenía nada que ocultar. Te amaba y necesitaba estar en tu vida, ser parte de ella. Tú me aceptaste como era y yo a ti también. Así fue que llegué a tu casa, una tarde para compartir una merienda de preguntas y respuestas, hablaba con tus padres mientras en tu cara aún se notaba incrédula por lo que estaba sucediendo, recuerdo tu timidez cuando a la vista de ellos te tome la mano y mire tus ojos. La misma timidez que sentías al acompañarme y despedirme en la puerta de tu casa. Pero ese fue el comienzo, apenas salí tu me mandabas sms de agradecimiento y felicidad; para mí era normal, me sentía feliz por ti, era algo que tú deseabas y yo pude dártelo.

Volví a mi casa, en mi corazón la felicidad, había cumplido una promesa, te había visto feliz y eso era lo que importaba!!!