viernes, 3 de agosto de 2007

COMO QUIERO VER MI MAÑANA.........




......varias veces lo he soñado, así que si cierro mis ojos por un instante, puedo transportarme al futuro. Así me veo yo:




Siento la música del despertador, aún con mis ojos cerrados estiro mi brazo hasta que mis dedos alcancen a apagarlo. Lentamente mis párpados se abren, somnolientos aún; la luz entra por la ventana, los ruidos de la calle ya se escuchan. Despacio dejo que mi brazo se apoye en tus hombros y te beso para despertarte, te saludo y tú me miras, despacio, te ubicas frente a mis ojos y contestas mis palabras. Sé que te gustaría seguir durmiendo, pero eres consciente de las responsabilidades laborales, así que te sientas al borde de la cama y abres tus brazos sacudiéndote el sueño que aún se resiste a dejarte. Me levanto también, me dirijo a la cocina, prendo el fuego, pongo la mesa; escucho tus ruidos en el baño, te preparas. Apagas la luz y vienes a mi encuentro, nos abrazamos un segundo y me ayudas a preparar todo. Me siento frente a ti, entre sorbo y sorbo, planeamos el día, que vamos a hacer, que falta, que quiero, que deseas.




Cerramos la puerta tras de nosotros y salimos a vivir otro día; te acompaño hasta tu trabajo; te despido con un beso y sigo a mis tareas. A media mañana tengo que contarte lo que me ha pasado, necesito saber si todo está bien en tu oficina, escuchar tu voz.




Llego a la casa, me cambio, preparo algo, te espero. Siento tus pasos al otro lado de la puerta, ya llegas. Compartimos el almuerzo y lo amenizamos con voces, besos, risas, miradas, silencios. Nos ayudamos a poner todo en su sitio y hasta tenemos unos minutos para recostarnos juntos, mi brazo rodea tu cuello , cierras los ojos y te apoyas en mí, siento como te llega el sueño y miro tu rostro sereno. Me deslizo despacio para no hacer ruido, para no despertarte. Me arreglo y salgo en punta de pies, una ultima mirada, descansa amor.




Una hora después, tu mensaje me pregunta porque no te desperté para despedirme, porque salí sin decirte adiós, te digo que bese tus mejillas suavemente y que en mi corazón te dije hasta luego. Me dices que prepararás algo especial para la merienda; yo sonrío, me gustan tus tortas....Espero ansioso la hora de regresar.




Saco la llave de mi bolsillo y la pongo en la cerradura, antes de darle vuelta, la puerta se abre. Eres tú, que me estabas esperando, me abrazas y por un segundo el mundo se detiene, solo tu y yo, allí de pie en la entrada a la casa, en silencio, no hay palabras, no hay preguntas, solo el silencio que permite la charla de nuestros corazones.




Compartimos la mesa, el sillón, hasta el mismo canal de televisión. Tu mano en la mía, muy cerca uno del otro, las luces de la ciudad se van apagando y nosotros solo queremos estar un poco más cerca. Tu cabeza recostada en mi pecho, tus brazos aprisionandome a tu lado, tu respiración serena, la oscuridad de la habitación nos invita a descansar. Es el final de otro día, otro día a tu lado, sabiendote pensando en mí, otro día en el que compartimos todo, ahora es tiempo de descanso, por ultima vez en el día te digo: "te amo" y te doy las "buenas noches"; tus besos me hacen saber que sientes lo mismo, cierro mis ojos, ya no te veo. Ahora te sueño, recuerdos de los días de ayer, esperanzas del mañana. Ayer, hoy, mañana.......pero siempre contigo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los sueños son los que mantienen la llama del amor. Una vida feliz hace que los hombres sean utiles a la sociedad y a la religíon. Conservenlos siempre, congratulación por tu sinceridad.